La Corrupción.
MOMENTO 3. Marco Teórico.
La corrupción es un tema complejo
por eso para conocer o llegar al “por qué” de los actos corruptos, es necesario
que se distingan tres factores que conducen a realizar dichos actos:
Personas.
Sistemas de organización.
Elementos externos.
Nicolás Maquiavelo: “Los deseos
humanos son insaciables, pues la naturaleza humana desea y quiere todo…. De
aquí surge… una eterna insatisfacción…” En este sentido todo agente sujeto a
obligaciones es corrompible y todo sistema normativo es potencialmente
corrupto.
Los actos de corrupción son
realizados por personas que actúan en determinados sistemas de organización. Es
fundamental saber cuáles son los ámbitos que llevan a cometer actos de
corrupción. Nuestra honestidad puede romperse frente a la coima (soborno) como
única alternativa. Un acto individual puede ser el resultado de una
predisposición moral particular, pero un sistema de alta corrupción influye
hasta en la persona menos contaminada. He aquí la importancia de la
organización. Robert Kliergaard, doctor en Economía de la Universidad de
Harvard, experto en materia de control de corrupción, desarrollo esta fórmula:
corrupción es igual a monopolio, más discrecionalidad, menos transparencia. C=M+D-T
El gran acierto teórico de
Kliegaard, ha sido focalizar su análisis no tanto en los aspectos éticos o
legales de la corrupción sino en el funcionamiento de las organizaciones
corruptas. Su conclusión es que, cuanto más monopolio haya en la organización,
cuanto más discrecionalidad tengan los funcionarios y menos transparencia tenga
su actividad, habrá mayor posibilidad de actos corruptos. Para evitar la
corrupción es más importante detectar sistemas culpables que personas culpables.
En cuanto a los elementos
externos; estos pueden ser oportunidades, como resolver una compra venta,
conceder un permiso o autorización de algún pago o coima para obtener un
contrato, salir de la cárcel. En todos los países del mundo hay corrupción.
Si es una corrupción marginal, encontramos
sucesos aislados en un contexto de respeto por las reglas formales, los organismos
de control actúan con eficacia, detectan y castigan actos corruptos.
La corrupción es un problema
actual que ha requerido la atención de investigadores sociales debido a la
importancia que ha generado en la agenda gubernamental. Al ser un tema de
reciente interés, todavía se tienen diversos obstáculos que sobrepasar: desde
la misma definición del término corrupción hasta los problemas de medición que
deben de tener en cuenta.
Es necesario un mayor impulso a
la investigación empírica para que se puedan hacer análisis más profundos que
ayuden a tomar decisiones concretas de políticas públicas que apoyen el combate
a la corrupción. Sin embargo, considero que la educación es clave en la
solución de este tan mencionado flagelo. Los mecanismos a través de los cuales
la corrupción retarda el crecimiento económico parecen ser multifacéticos
(Schleifer y Vishny 1993, Mauro 1997; Johnson, Kaufmann y ZoidoLobatón, 1998 y
Tanzi y Davoodi, 1997).
La corrupción lleva a que las
personas más talentosas se dediquen a pensar en cómo beneficiarse de la
corrupción, estimular el crecimiento de la economía informal y los mercados negros
y no a desarrollar actividades productivas que creen riqueza; (Kaufmann, 2000).
Así como también la corrupción afecta la competitividad de la economía global y
la eficiencia de los proyectos de inversión y de desarrollo en el mundo entero.
(Ackerman R. y Vázquez, 2004, s.f.).
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